Después de haber visto con pena algunas recreaciones modernas muy poco afortunadas del rostro de Jesús publicadas en internet, nos hemos decidido a ampliar con algunas imágenes adicionales las ya publicadas en
“El rostro de la Sábana Santa”. Esta página viene a ser una segunda parte de la misma.
El “verdadero rostro de Jesús” que presentamos en esta página es el mismo rostro de la Sábana Santa, restaurado con los mínimos ajustes necesarios para rebajar los moratones y las zonas más inflamadas. Hemos efectuado también reparaciones en las áreas más dañadas utilizando la parte opuesta del rostro. En
“El rostro de la Sábana Santa” hemos presentado una versión muy conservadora de este rostro restaurado; en esta ocasión nos aventuramos un poco más lejos añadiendo sombras y nuevas capas para el cabello y la barba, con objeto de lograr una imagen más fotorealista.
Reconstrucción paso a paso del rostro de Nuestro Señor Jesucristo a partir de la imagen impresa en la Sábana Santa.
Al final de la página incorporamos un visor que permite hacer una transición entre las imágenes de un modo secuencial.
Respecto al color del cabello, nos hemos decidido por el color castaño, ya que es el color más habitual con el que se ha representado
históricamente a Cristo. El tono castaño / rojizo / rubio es además reafirmado en muchas revelaciones privadas, como por ejemplo Ana Catalina Emmerick y Faustina Kowalska. También es interesante el análisis que hace Stephen E. Jones de la
carta de Publius Lentulus en su blog, donde se describe a Jesús teniendo el pelo de color avellana.
Las imágenes que presentamos a continuación son variaciones (nuevas combinaciones de capas, etc.) de las mismas que tenemos disponibles en
“El rostro de la Sábana Santa”, aplicando ahora ajustes y filtros un poco más agresivos con objeto de buscar un mayor realismo y contraste en las imágenes. Dejamos abierta esta página para inclusión de nuevas imágenes y la actualización de algunas de las ya publicadas.
La sangre que cubre el rostro en esta imagen proviene en su mayor parte de la fotografía en luz ultravioleta realizada por el
STURP en 1978. Las manchas de sangre que aparecen en color blanco son las que destacan más en la tela de la Sábana a simple vista. Las hemos filtrado sin aplicar color porque quedan con mucha sobreexposición en el proceso digital que aplicamos (debido a su intenso color)
y sobre todo, porque al desarrollar (extender) la tela del sudario, han quedado desplazadas de su posición original en el rostro (dado que la imagen de la Sábana viene a ser una proyección ortogonal, mientras que las manchas de sangre provienen de la impregnación de la tela por contacto directo con el rostro).
Variación del rostro original correspondiente a la imagen B4, aplicando ahora una capa de enfoque y un filtro para quitar las bandas de la tela. Esta es la fotografía original que nos dejó Cristo de sí mismo en la Sábana Santa, enfocada, sin retoques, sin suavizar, sin colorear, solo con ajustes de filtros y curvas.
Variación del rostro correspondiente al grupo B5, aplicando ahora una capa de enfoque. Esta es la fotografía original que nos dejó Cristo de sí mismo en la Sábana Santa, enfocada, sin retoques, coloreada y suavizada.
Esta imagen (y la siguiente) es nuestra reconstrucción del verdadero rostro de Jesús. En “El rostro de la Sábana Santa” detallamos cómo hemos llegado a este resultado. Incluimos además al final de esta página un
visor que permite seguir fotograma a fotograma todo el proceso. Hemos realizado unos mínimos ajustes en las cejas porque todavía estaban algo desplazadas, y hemos añadido sombras y algunas capas para el pelo y la barba con objeto de obtener un rostro más fotorealista que la imagen de partida
C4A.
Persisten todavía golpes e hinchazones por dos motivos: el primero es que cuantos más arreglos realicemos, más riesgo tenemos de introducir interpretaciones personales en el rostro. El segundo es que no somos artistas gráficos y llegados a un determinado punto, es más difícil conseguir verdaderas mejoras. Por tanto, hemos realizado los mínimos ajustes necesarios.
Esta es la misma imagen anterior reflejada horizontalmente. Repetimos que se mantiene todavía una destacada asimetría, indicando que seguramente no hemos llegado a la reconstrucción “definitiva”. Así todo, analizando las dos imágenes podemos suponer que estamos bastante cerca del verdadero rostro de Jesús.
El parecido de este rostro con la imagen tradicional que tenemos de Jesús, especialmente la del Sagrado Corazón, es realmente sorprendente. En este punto, insistimos en que hemos tratado de ser extremadamente precisos en todo el proceso de reconstrucción. La tendencia actual de hacer recreaciones de Cristo con unos rasgos étnicos fuertemente estereotipados no se atiene a la evidencia.
Visor del proceso de reconstrucción
Permite visualizar secuencialmente, fotograma a fotograma, el proceso que hemos seguido para la reconstrucción del rostro natural de Cristo a partir de la fotografía original de la Sábana Santa. Se puede navegar entre las diferentes imágenes mediante los botones disponibles al pie del visor. Se puede hacer clic en las imágenes para verlas con mucha mayor resolución (excepto la fotografía original).
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Fotografía original
Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; en tus labios la gracia se ha derramado; por eso te bendijo Dios para siempre.
Tu trono subsistirá por siempre jamás, cetro de equidad es el cetro de tu reino.
La parte más impactante de este milagro múltiple es probablemente la curación instantánea del brazo derecho. Los nervios habían estado seccionados durante ocho años. Para que el brazo pudiera sentir y moverse de nuevo era necesario más que una simple sutura de nervios.
Los dos huesos de su pierna izquierda que habían estado fracturados durante ocho años se unieron instantáneamente a pesar de la distancia que los separaba.
Marion Carroll fue curada instantáneamente de esclerosis múltiple avanzada en Knock. Ya no podía mantener la cabeza erguida, era doblemente incontinente, había perdido el uso de ambas piernas, estaba ciega del ojo derecho y no podía tragar sólidos.
Entonces tomó Pilato a Jesús, y le hizo azotar. El Evangelio no dice más. No necesitaban más pormenores los primeros cristianos, porque bien sabían que el tormento de los azotes era horriblemente doloroso y vergonzoso.
Alexis Carrel es testigo de su curación, presencia hora a hora, minuto a minuto, los cambios que tienen lugar ante sus ojos. Es una especie de resurrección la que describe como hombre de ciencia.
Se había llevado a cientos de enfermos en sus camillas. Dos de ellos se levantaron y caminaron detrás de su Divino Maestro. Hizo falta toda la energía de los voluntarios para evitar que la multitud los aplastara en su delirio.
Describimos el procedimiento que hemos seguido para obtener un positivo fotográfico del rostro de Nuestro Señor Jesucristo tal como aparece impreso en la Sábana Santa. Publicamos imágenes en alta resolución del rostro original y del rostro restaurado.
La parte más impactante de este milagro múltiple es probablemente la curación instantánea del brazo derecho. Los nervios habían estado seccionados durante ocho años. Para que el brazo pudiera sentir y moverse de nuevo era necesario más que una simple sutura de nervios.
Los dos huesos de su pierna izquierda que habían estado fracturados durante ocho años se unieron instantáneamente a pesar de la distancia que los separaba.
Marion Carroll fue curada instantáneamente de esclerosis múltiple avanzada en Knock. Ya no podía mantener la cabeza erguida, era doblemente incontinente, había perdido el uso de ambas piernas, estaba ciega del ojo derecho y no podía tragar sólidos.
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